6:30 horas, sonó el móvil, hora de levantarnos dije, decidimos madrugar algo mas pues salir de Paris en hora punta como comprobamos al entrar el dia anterior puede ser algo soporifero. Bajamos a desayunar y lo hicimos tan bien como el día anterior, empezabamos a acostumbrarnos a esos desayunos tan nutritivos. De esa manera solo parábamos a repostar y seguir la ruta estipulada. Subimos de nuevo a la habitacion e hicimos de nuevo las maletas, las bajamos a las motos y salimos del parking haciendo trampa pues salimos por donde se entraba. ¡que coñazo de con la tarjetita!.
Así durmieron nuestras amigas
Lo cierto es que no tuvimos dificultad en salir de Paris, indudablemente ya estabamos bastante a las afueras (perfectamente planificado), total que pronto estabamos rodando por la A1 dirección Lille, devorando kms. como si fueramos hienas hambrientas y dejando tambien atrás el parque Asterix en la salida de la A1, terminamos de atravesar Francia con un solo repostaje y algun que otro peaje.
Adentrarnos en Bélgica fué tambien letargico, pues había retenciones de unos 8 kms debido a un accidente a la entrada de un tunel, todavía no entiendo porque solo dejaban un carril para atravesar el siniestro, pues había espacio de sobra, en fin será que estos Belgas son muy precavidos, pues, mas de lo mismo entre coches, camiones y a ratos por el arcen nos íbamos metiendo los de las dos ruedas, pues ya se veían camaradas que al igual que nosotros tenían el mismo destino, franqueado el aciago cotinuamos ruta, creo que atravesar Belgica fué como un suspiro, eso si te das perfecta cuenta de que estas en otro pais, los carteles de la carretera, las lineas del asfalto y hasta el firme es diferente de un color verdoso al igual que el decoroso paisaje. Rodar por primera vez en otro pais al igual que me ocurrrió en Francia fué un regodeo para mis sentidos. No nos detuvimos en ningun momento solo pasada la frontera con Belgica-Holanda para repostar de nuevo, lo hicimos en otra gasolinera bastante amplia, donde nos sentamos en una mesa al lado de una pareja de moteros ingleses, allí nos zampamos un trozo de chocolate un platano que nos sobró de la cena pic-nic del dia anterior en Paris y un zumo que compramos en la tienda de la gasolinera. Sí lo haríamos a la vuelta deteniendonos en Brugge como examinareis mas adelante. Nos despedimos de los Ingleses con un gesto como de aprovacion de que ya nos veríamos en ruta, siempre suelo hacerlo de esta manera pues no sé que tienen los gestos y la comunicacion entre los moteros que parece que nos entendemos desde siempre, imagino que será el espiritu rider o roadster de todos nosotros que nos hace complices en esa simbiosis.
Ya estabamos rodando por las carreteras de los Paises Bajos, esta vez sentí algo inusual, algo que solamente sientes cuando lo vives en el momento, quizas por el paisaje tan sencillamente llano y con los canales salpicando el verde matiz del panorama que se alzaba ante nuestros ojos, pudiera ser tambien por los U2 que llevaba escuchado en la radio de la RT en ese momento. Las carretera muy parecidas a las españolas aunque con algo mas de anchura, sería por la sensacion de planicie y que los arboles estaban bastante alejados del asfalto, todo ello mezclado con la bonita campiña holandesa, creo un marco incomparable.
Llegamos al hotel Lunia donde creo que Jesús y yo guardamos uno de los mejores recuerdos (sin contar por lo menos en mi caso con el TT Duch Assen) icono de éste viaje, por la hospitalidad de los Holandeses, su sencillez y manera de vivir, al menos en la parte que nosotros vivimos. Al llegar nos encontramos un panorama curioso, pues en la terraza principal del hotel estaban asomados una pareja de recien casados y en la parte inferior entaban los invitados sentados en la terraza de muebles de ratan y mimbre rodeados de arbustos frondosos color esmeralda, tanto la decoracion interior como exterior del hotel iba acorde con el estilo clásico del siglo XIX del que databa el edificio. Así pues hicimos nuestra entrada triunfal, los dos bicilindricos rompieron la atmosfera romantica del momento, la bolognesa sonaba como un trueno en la peor de las tormentas, pues Jesús se empeño en que se escuchara la música celestial que salía de sus escapes.
Sin muchos preambulos nos metimos en el hotel, nos dieron las llaves de la habitacion, nos duchamos dejamos las maletas y marchamos direccion al TT de assen, ¡¡por fin íbamos a pisar tierra santa!!
Estábamos aproximadamente a unos 40-45 kms. lo cual era un paseo despues de lo recorrido hasta el momento, de camino al TT paramos a repostar en una gasolinera de uno de los cruces de esas carreteras de encantadores paisajes, direccion al circuito, algo mas adelante había un restaurante en el que despues cenaríamos y veríamos el partido de España, durante este trayecto recuerdo que no pude por mas que llamar a Yolanda (mi mujer) y le dije... ¡cariño estamos cerca del circuito!!, creo que ella noto mi nerviosismo y felicidad del momento incluso por teléfono.
Sueño cumplido, estabamos en el TT Duch de Assen!!! Jodeerrrr, que escalofrio me recorrió el cuerpo coño !!! la emocion pudo conmigo. Según nos acercabamos me acordé de todos vosotros amigos y os eche en falta, recuerdo que la RT me pregunto... ¿donde están la K, la Varadero, la Drag star, goldwin´s, Transalp, Fazer´s, Harley, etc, que otras veces nos han acompañado?, a lo que yo la contesté...en tus cilindros amiga mia, dentro de tus cilindros.
Una vez en las taquillas, preguntamos de que tribunas tenían aun entradas y finalmente pillamos las de final de recta de meta, "haarbocht tribune" pegaditos a la pista y con una vista global de toda la recta y curvas de final de recta y sucesivas, strubben, tt world y ossebroeken, tuvimos tiempo de recorrernos la totalidad del circuito con tranquilidad, comprar camisetas, pines, gorras, parches, lp´s, tomar cerveza, comer bocata, admirar las motos del descomunal parking, etc,
curiosamente me llamó la atención que el circuito se encuentra rodeado de un canal de hermosa anchura, evidentemente lleno de agua, en vez de las vallas de la practica totalidad de otros circuitos, esta era la manera de controlar que la gente no se pasara sin pasar por taquilla. Realmente en Holanda no hay vallas en muchos sitios todo esta abierto y accesible, al igual que sus habitantes de los cuales guardamos un grato recuerdo. 
Una vez nos empapamos bien de circuito, decidimos, bueno decidieron que nos deberiamos de ir, pues ya estaban cerrando, nos dirigimos nuevamente al hotel, esta vez por un camino nuevo, pues con las motos nos recorrimos tambien la periferica exterior del circuito, fuimos paralelos al canal hasta llegar a una carretera preciosa con canales, ganado, granjas, incluso algun barquito que otro en uno de los canales principales, de camino nos dijimos por los BT2 si parabamos en esa taberna-restaurante que vimos segun ibamos al circuito, los dos concluimos que sí.Una vez alli cenamos en una terraza un estupendo bistec de ternera holandesa, con sus patatitas, rabanitos, verduritas y salsas de todos los tipos para pasar la sabrosa carne que nos sirvieron.
Mientras, las motos se sucedian de un lado a otro de la carretera, practicamente sin trafico, solo de moteros que como nosotros habian ido a ver las carreras y tenían por esa zona su alojamiento. Saludaban y hacian sonar sus bocinas al vernos.Despues de cenar le comentamos al camarero si podiamos ver el partido dentro de la taberna, y en fin que vimos un nuevo triunfo de nuestra roja en compañia de una simpatica pareja de holandeses y del camarero.
El hombre de la pareja nos indicon una cerveza muy tipica de la zona que por alli se bebía, la "Jupiter" y no os haceis una idea de la cantidad de cc que nos bebimos a lo largo de nuestra estancia en Holanda y Belgica pues aqui tambien se bebia junto con otra que a Jesus le gustaba bastante la "Hooelgarden". Probamos un licor tipico despues de un buen café y nos fuimos al hotel con intencion de ver el pueblo cercano e irnos prontito a dormir.Pero... no fué así, pues encontramos luz en el único garito que se encontraba abierto y hala "pa Dentro" que fuimos, allí estaba Edwing de Boer, un carpintero holandes, unos amigos y la pareja que regentaba la taberna, enseguida entablamos conversacion con ellos, y cerveza tras cerveza, cancion tras cancion, jugando a los dardos, hablando de motos, futbol, familia, trabajo, crisis y no crisis nos dieron cerca de las cuatro de la madrugada.
Allí dejamos escrito en las paredes del local el nombre de nuestro motoclub y nuestro pueblo. Recuerdo que hablamos de futbol con Edwing intercambiandonos el tabaco y me dijo: España-Holanda la final, pero sereis vosotros los que la ganareis, y que razón tenía, seria amigo del pulpo Pol?. Nos despedimos de ellos y me quedé con una frase que me dijo... "Tu eres un gran padre" en un ingles-holandes-español, Será porque le hable de mis dos maravillosas hijas y de mi estupenda mujer?, lo cierto es que fue gente encantadora y te trato afable y muy hospitalarios, creo que pagamos diez € despues de haber tomado unas 10 ó 12 cervezas.
Con las mismas nos volvimos al hotel hablando de lo que acababamos de vivir sin comerlo ni beberlo, bueno beberlo si pues la conversacion era en un tono mas alto de lo normal para las horas que eran.
Llegamos al hotel a dormir y alguno a soñar en la carrera que los nuestros harían al día siguiente.
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