Iniciamos la ruta el dia 23, salimos sobre las 15:15 horas después de haber estado trabajando por la mañana, la verdad es que a partir de las 15:16 no nos acordamos para nada del trabajo (se nota que lo dejamos todo bien atado), probamos las conexiones del BT2, el teléfono y el Garmin, todo iba bien al grito de "sape la perrina", (Jesus se reira al leer esta frase),
la comunicación entre los dos cascos era clara, revisamos la maletas, bolsas con pulpos que estuvieran bien sujetas, nos despedimos de Ainara (la novia de Jesus) y empezamos a rodar, no habia transcurrido un km y...cagada, saliendo de la Cisterniga se nos olvidó coger las banderas del moto-club, llamamos a Luismi (compañero de fatigas que fué durante todo el viaje en nuestros hearts al igual que los demas miembros del motoclub), pero no nos contestó a la llamada, con lo cual nos fuimos sin banderas aunque conseguimos otra como leereis cuando llegemos a Paris. La primera parada fué cerca de Burgos, con la intención de de poder llegar a la frontera de nuestra vecina Francia y repostar antes de entrar a ella, pues la gasolina es bastante mas cara allí.
Llegamos a Irun donde paramos a repostar nuevamente y comernos unos pintxitos que estaban de rechupete, la camarera fué muy atenta, nos pregunto si habíamos ido de turismo, la contestamos que estabamos de paso que la intencion era llegar a Burdeos a dormir para el día siguiente proseguir la ruta, la cual la explicamos dado su interes. Despues de dar buena cuenta de dos refrescos y algun Pintxo más la dueña nos deseó buen viaje y con un agur nos despedimos de ella.
Entrar en Francia y rodar por primera vez por sus carreteras, ver pasar los bosques de variedad de arboles por ambos lados de la carretera sintiendo esa sensacion de frescor, aunque hacia algo de calor, fué gratificante. Paisaje verde y adelantar camiones y camiones respetando las normas de trafico fué la monotonía del trayecto desde la frontera hasta Burdeos, destacando que en mi vida he visto tantísimos camiones seguidos y parados, cuyos choferes desde luego saben respetar a las motos, pues en la entrada a Burdeos una retención de unos seis kms (tediosa) se nos apartaban para dejarnos paso, lo cual nos benefició en gran medida pues estoy seguro que las dos horas de espera para atravesar el peaje de salida no se las quitaba nadie, muchos camioneros españoles llevaban la Roja azotando por las ventanas y nos hacian sonar las bocinas cuando les adelantabamos.
Frontera España-Francia
Salimos de la carretera y nos llegamos al Hotel sobre las 21:30 horas, una vez allí me dí cuenta de que me acordaba de algo del idioma que había estudiado de joven, je, je, je, allí descargamos las maletas y demas equipaje de la motos y nos pegamos una ducha, nos tomamos un chocolate y un sopinstan a la francesa, llamamos a la family y despues de buscar algun lugar donde poder tomar una bierre fresquita y no encontrar nada abierto nos fuimos a planchar la oreja para estar descansados al día siguiente.
No estan nada mal las hab. de los F1
quiero massss
ResponderEliminarJoder anónimo, es que vaya nombre que te pusieron tus papás.
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